Cuidados naturales para después de una perdida gestacional

Shelley penko

Después de una perdida gestacional o aborto, (cualquiera sean las causas de este) es posible ser vulnerable a estados anímicos y emocionales frágiles, debido a la baja hormonal y a las muchas transformaciones que acontecen en el cuerpo que son similares a las del periodo de post-parto.

El útero pierde mucha sangre. Es un periodo que requiere tranquilidad, descanso, contención humana, empatía y buena alimentación para acompañar estas transformaciones.

Debes estar alerta a tu estado físico. Por ejemplo, los signos fuera de riesgo y recurrentes son: dolores o cólicos leves en la parte baja del vientre y sangrado leve (hasta la misma cantidad que una menstruación) durante varios días, semanas o como máximo 40 días.

Signos de advertencia:

-Cólicos fuertes en la parte baja del vientre

-Hinchazón o endurecimiento de la parte baja del vientre

-Sangrado abundante o durante más de 2 semanas, coágulos de sangre muy grandes.

-Mal olor de la vagina.

-Fiebre.

-Pulso rápido, de más de 100 latidos por minuto.

-Náuseas, mareos o sensación de desmayo.

(Si tienes estos síntomas, debes pedir ayuda médica. Puedes estar en presencia de una infección por restos en el útero o una hemorragia que puede desencadenar una anemia).

Para prevenir infecciones y ayudar a reponer tu organismo:

-Toma suficiente líquido y come alimentos nutritivos como frutas frescas (naranja, piña, kiwi, papaya, mango), que tienen vitamina C y por eso ayudan a combatir las infecciones.

-Evita el trabajo pesado (por lo menos una semana).

-Báñate con regularidad pero no te hagas baños vaginales ni te laves sentada en una tina de agua sino hasta varios días después de dejar de sangrar. Solo deja que el agua escurra hacía abajo.

-Usa toallas higiénicas o paños de algodón limpios para absorber la sangre y cámbiatelos con frecuencia.

-Se recomienda no tener relaciones sexuales coitales, como en cuarentena.

Algunos consejos prácticos:

Avena: te ayudará a reforzar tu sistema nervioso y será de gran ayuda en los desajustes que pueden acontecer; tiene propiedades antidepresivas, ayuda a combatir el estrés y además alivia la fatiga. Por la gran cantidad de hierro, magnesio y zinc que posee, también te ayudará a recuperarte después de la gran pérdida de sangre. Intenta llevar una dieta lo más equilibrada posible para así poder conseguir un gran aporte de vitaminas.

Añade a tus sopas y ensaladas germen de trigo, ortiga levadura de cerveza. Te ayudarán a regular tu sistema hormonal, además de evitar y tratar la anemia.

Ajo: deberás comerlo crudo en la ensalada, pelado y comido al instante, para que no pierda, al cocinarlo, su efecto antibiótico. Si te parece demasiado fuerte, ponlo a macerar con vinagre y agua. El ajo puede ayudar a prevenir posibles infecciones.

Hoja de frambueso: para reparar el útero y tonificarlo. Prepara una infusión de una cucharada de hojas secas por una taza de agua y bebe tres tazas al día durante dos semanas.

Para los calambres y dolores puedes tomar infusiones de jengibre, ajenjo, amapola, bardana, manzanilla, paico, quintral, ruda, tilo, yerba mora, entre otras. Para los cólicos, el orégano es muy efectivo.

Para calmar los nervios: alhelí, boldo, lechuga, lavanda, valeriana, melisa, tilo y manzanilla.

Hemorragias uterinas: encina, mastuerzo, nabos, nogal, pangue, hierba del platero, además de bolsa de pastor (Capsella bursapastoris), que tiene efecto ergotamínico.

Recomendaciones alimentarias:

Mantén una dieta liviana, libre de azúcar refinada, cigarrillo y alcohol. Consume preferentemente cereales integrales, verduras de color verde oscuro, frutas variadas y comidas a la plancha.

Evita los siguientes alimentos: café, bebidas excitantes y gaseosas, alimentos muy condimentados y especiados como la canela, el chocolate, el té común (Tea sinensis) y el mate (Illex paraguariensis).

Pabla Pérez San Martín

ilustración: Shelley penko