Calendario Astrológico Serpiente Lunar 2018

Abrimos un nuevo ciclo presentando la V publicación de nuestro Calendario Serpiente Lunar, para el registro y auto conocimiento de las mujeres en sus ciclos. Este año hemos querido acompañarlas alzando la mirada al cielo para observar hacia nuestro interior… La lectura de los astros y sus mensajes serán nuestras guías en cada luna Nueva y Llena mensual, junto al arte de 12 ilustradoras mujeres de diversas partes del mundo.

Registrar el ciclo, un ejercicio de auto conocimiento vital.

La reapropiación y toma de conciencia sobre el ciclo menstrual a partir de un trabajo simbólico y energético relacionado con la luna –nuestro único satélite natural– nos hace más conscientes de este tránsito ondulante y periódico que vivimos las mujeres en gran parte de nuestras vidas. Habitamos cuatro movimientos biológicos importantes en cada mes, igual que la luna en sus cuatro fases. Tener conocimiento de este maravilloso movimiento –que somos nosotras mismas– es una herramienta fundamental de autoconocimiento y salud. Integrarte al ciclo que te moviliza ofrece la oportunidad de volver a ser el ciclo, administrar tus tiempos ondulantes y recobrar el poder de tu fertilidad, muchas veces adormecida por hormonas sintéticas que pretenden controlar nuestra propia naturaleza.

Contemplar el cielo para mirarnos a nosotras mismas.

Nuestro calendario Serpiente Lunar 2018 integra el cielo y sus astros para mirar hacia nuestro interior. Basadas en la lectura de cada luna (nueva y llena), quisimos dar una guía mensual en base a su movimiento, sumado al permanente ejercicio de reconocer-aprender de nuestro ciclo menstrual. La luna se vuelve, así, nuestra consejera y maestra, ya que rige el movimiento de nuestras aguas, flujos, sangre y sentimientos. Nos habla del inconsciente individual, de nuestra propia historia, infancia y memoria, de nuestra casa y nuestra madre, y del modo en que somos madres de un niñx, de la noche, de otra mujer, de una manada de lobxs.

En la noche, el cielo se muestra tal cual es, y la subjetividad solar que construimos está más desprotegida. Entonces, la luna, trayendo el reflejo del sol, nos acompaña para ayudarnos a encontrar las estrellas con las que resonamos sin caer en la locura ni perdernos sin retorno en la oscuridad.

Representa el pasado, los lugares cómodos a los que nos aferramos, lo que necesitamos para sentirnos seguras, lo que más nos cuesta dejar ir para encontrarnos cara a cara con nuestra propia vida, en un ejercicio de apropiación que implica deconstruir el espacio lunar, en el que nos refugiamos para evitar el mundo. Pero en la luna también hallamos la forma de darnos cobijo, nutrirnos, abrazarnos y contenernos. Ser nuestra propia madre es un proceso clave para nuestra salud emocional, y en cada tránsito lunar aprendemos formas nuevas de cuidado.

La luna no tiene luz propia, sino que refleja luz, y como todo espejo, transforma la imagen que proyecta según la sustancia con la que está hecho. Una luna llena en géminis reflejará la luz del sol en sagitario, haciéndola resonar con la comunicación, con la multiplicidad. En este calendario nos propusimos dar una mirada amplia al movimiento de la luna a lo largo del año. La luna es una de las referencias más antiguas al tiempo, brinda la posibilidad de medirlo, de ser conscientes de la circularidad y la repetición propia de todos los procesos celestes y humanos. Las lunas nuevas hablan del comienzo de un ciclo y las lunas llenas, de un cierre. Esto es válido para los ciclos mensuales y anuales o zodiacales: el ciclo que abre la luna nueva en acuario se cierra con la luna llena en acuario seis meses después.

La luna habla del cuidado, y tal vez mirando hacia el cielo podamos encontrar una forma de abrirnos, entregarnos, brindarnos a una forma de cuidado que no genere subordinación, jerarquías o dolor, sino que traiga a cada cuerpo la luz de las estrellas.

El Calendario incluye un póster Lunario para conocer el movimiento lunar de todo el año. Para conseguir el tuyo desde cualquier parte del mundo, solo haz click aquí: COMPRAR CALENDARIO 2018

 

Ahora las brujas tenemos las llamas

escanear0001«Sobre la medicina y

la usurpación de nuestra sexualidad»


Es como si estuviésemos constantemente borradas, aquellas que buscamos la libertad, la solidaridad y la autogestión de nuestra vidas. Es así como la historia sexualmente nos ha negado, por un lado la religión y su gran mito de la manzana es el comienzo histórico de toda un universo de culpa adjudicada a este ser errante, a este hombre mutilado, como nos llamo Aristóteles. A este sexo que no existe, como afirma empíricamente Freud. Es así como nos han temido, como nos han odiado por ser bellas, libidinosas, sabias, brujas, sucias y libertinas. Cultural y racialmente hemos sido la negación y al mismo tiempo el miedo de una sociedad patriarcal-falocéntrica, que nos ha visto como un enemigo insurgente en su posesión de poder. Hegemonía tirana que nunca se vivió ni se vive en sociedades matriarcales, en las cuales resalta la autonomía sexual de la mujer y la educación libre de sus hij@s.

Históricamente, la serpiente como símbolo mitológico en muchas culturas ha representado la generación de la vida, el erotismo, la voluptuosidad, la humedad y la libido sexual de la mujer; además de representar el mal y la oscuridad, como estandartes del Caos. Por consiguiente, es diabolizada como la tentación de la mujer que representa Eva, la mujer original, quien desobedece a Dios e incita a Adán a morder la manzana prohibida. “Pondré enemistad entre tú y la serpiente”, dijo Dios explícitamente; es decir, “te quitaré tu sexualidad: paralizaré tu útero, te volverás ‘histérica’, parirás con dolor y el hombre te dominará”. Aquí está el destino de la nueva condición de la mujer. Con la muerte de la serpiente, enviada a matar por un ángel armado con una espada al servicio de Dios, se reivindica la destrucción de la libertad de la mujer. Con esto aparece 2500 años más tarde la imagen de la Virgen María aplastando la cabeza de la serpiente; con esto consagráse la esclava sumisa de Dios y la renegacion de todos los “males femeninos” que laten en el útero “errante” de la mujer. Sigue leyendo