Fluidos vaginales: guardianas silenciosas

1506554_558351917639998_2581409176811692784_n


Los fluidos vaginales son muy importantes para nuestra salud y placer sexual, y varían durante todos nuestros ciclos en edad fértil. Como cualquier otro fluido de nuestro organismo, los vaginales funcionan como una especie de oráculo: nos indican qué es lo que nos sucede, si  estamos con salud o con algún desequilibrio, si estamos ovulando o pasando por un periodo infértil.

Todas sabemos, por ejemplo, que tener mocos en la nariz es normal, pero cuando estos aumentan… algo nos dicen. Entonces, cuando aparece la sangre menstrual fuera del ciclo, ¿qué nos advierte? Pues, evidentemente, que hay un desequilibrio. Lo mismo sucede con nuestros fluidos vaginales. Podemos leerlos y dialogar con nuestro cuerpo.

El flujo vaginal se autorregula de manera perfecta: limpia y protege nuestra vagina de patógenos externos, a partir de su macrobiota o “flora vaginal“, compuesta por bacterias vivas, mayormente lactobacilos. Asimismo, la acción de los estrógenos es fundamental en el mantenimiento de este equilibrio. Si estas hormonas se ven alteradas, la humedad se verá afectada, así como la consistencia y composición de nuestro flujo.

Como sufre variaciones a lo largo de todo nuestro ciclo lunar, es necesario aprender a reconocer cuándo los cambios son parte de nuestra transformación hormonal y cuándo están alertándonos de que algo anda mal. El flujo vaginal es alterado comúnmente por agentes externos, ya sean desodorantes, jabones vaginales, aromatizantes y químicos de las toallas higiénicas (tampones, protectores diarios, etc.), semen, hormonas y ropa sintética. Todo eso puede dejar a nuestra vagina indefensa (¡sin nuestro flujo guardián!), facilitando la proliferación de hongos o el contagio de infecciones. Esto se manifiesta con una descarga inusual de flujo acompañada por mal olor, irritación, etc. Podemos notar que aquello es un aviso, para intentar retornar al equilibrio de nuestro ecosistema.

El medio social nos enseña a ocultar todo tipo de “fluidos”. Paradójicamente, las mujeres somos seres de “fluidos”: flujo vaginal, sangre menstrual, leche materna, etc. Nos enseñan a no tener contacto con estas secreciones, a sacarlas de nosotras e higienizar lo máximo posible nuestras “zonas íntimas”. Eso nos conduce en contra de nuestra propia salud, ya que al menos la vagina se limpia a si misma y no necesita mas que agua para el mantenimiento de su higiene.

Moco cervical:

Es parte de nuestro fluido vaginal y es secretado por el cuello del útero a partir de sus criptas (glándulas), que bajo influencia neurológica y hormonal secretan diferentes tipos de moco durante todo el ciclo. Su función es la de bloquear nuestro cérvix para la entrada de los espermatozoides y acogerlos en momento de fertilidad para una posible concepción, así como generar un tampón que cierra y protege la entrada de nuestro útero de posibles patógenos. Los cambios se pueden percibir en tres fases: fase folicular, ovulación y fase lútea.

¿Cómo se comporta nuestro moco cervical durante nuestro ciclo?

Durante la fase folicular: al finalizar nuestra menstruación, pasamos por un período “seco” de mucosidad, durante el que aparece el moco cervical ácido, concentrado en ejercer de tampón en el cuello del útero para protegerlo de infecciones y de la posible entrada de espermatozoides. Es un período de poca fertilidad. El moco tiene una consistencia espesa, no elástica y de coloración blanca, amarillenta u opaca. Esta fase suele durar siete días, aproximadamente, en un ciclo de veintiocho días.

Durante la ovulación: las hormonas de a poco se van preparando para la ovulación, lo que ocasiona que las criptas del cuello uterino comiencen a secretar un moco más elástico y menos ácido unos días antes. De a poco, el flujo aumenta notoriamente, por lo que te sientes más húmeda. Al examinarlo, su consistencia es similar a la de la clara de huevo. Es transparente y, si lo estiras con tus dedos, no se corta. Podrás ir notando que el día cúspide de tu fertilidad se acerca. Es el momento en que el cérvix se dilata y se alinea con la vagina para la posible entrada de los espermatozoides. La función de este moco fértil es la de proteger y encaminar a los espermatozoides desde la vagina hasta las trompas uterinas, además de brindarle más tiempo de vida: pueden estar de tres a cinco días vivos dentro de nuestro cuerpo. Por otro lado, nos brindan mayor lubricación para aquellos días de libido inminente.

Durante la fase lútea: ocurrida la ovulación, si el ovocito no es fecundado, tres días después del día de máxima fertilidad, vuelve a aparecer el tapón mucoso en el cérvix que cierra la entrada del útero y nos protege ante patógenos. Este moco es espeso y pegajoso, de textura gruesa y coloración blanca o amarilla. Este período será de infertilidad y durará hasta el comienzo de una nueva menstruación.

¡Conozcamos nuestros fluidos!

La vagina y sus glándulas secretan fluidos lubricantes a partir de la excitación sexual.  Estos se componen de agua, piridina, escualeno, urea, ácido acético y ácido láctico, entre otros. Su consistencia dependerá de la fase del ciclo que transites. El escualeno es nuestro lubricante natural por excelencia, una sustancia que también existe en el hígado de los tiburones. Curioso, ¿no? Se extrae de estos animales para cremas humectantes y lubricantes y se ha descubierto que tiene incluso propiedades anticancerígenas.

La única secreción vaginal que nos perjudica es aquella que se manifiesta al padecer un hongo o infección, ya que su aparición suele ser incómoda. La mayoría de los productos químicos, como protectores diarios, hechos para ocultar el moco vaginal, atacan nuestro propio sistema de defensa interfiriendo con nuestra ecología vaginal.

Por otro lado, la anticoncepción hormonal (al modificar nuestras propias hormonas) tiene como función interferir en el funcionamiento natural de nuestro moco cervical para impedir la concepción, por lo que es común manifestar hongos vaginales cuando nos encontramos bajo tratamiento con este tipo de medicamentos, siendo difícil reconocer nuestro moco en sus fases naturales.

La contaminación y el estrés, así como una alimentación deficiente o una baja de defensas, entre otras cosas, afectan nuestro sagrado moco guardián. Es momento de interactuar con nuestro fluido ecosistema y protegerlo con la ayuda de alimentos que contengan probióticos, así como dejarlos libres de químicos ante la obsesiva higiene que propone el mercado.

Nota publicada para el Periódico «El Ciudadano» Edición Nº 163

Pabla Pérez San Martín

Fotografía: Martha suheman

El VPH o HPV (virus papiloma humano)

11017_518116758330181_2938817553372610498_n

No son pocos las consultas que recibo de mujeres muy asustadas que han sido notificadas con este virus. Muchas creen que corren riesgos irreparables para su salud, incluso creen tener cáncer (anticipadamente) sin saber bien de lo que se trata y en qué nivel se encuentra su padecimiento… Aquí les comparto una pequeña ayuda, que espero les pueda orientar en sus dudas. Desde mi conciencia y amor, siento que así como el útero tiene una energía fabulosa para crear y dar vida, así mismo tiene el poder de sanarse.

El VHP se trata de diferentes grupos de virus ADN. Existen alrededor de cien tipos, clasificados en dos grupos: de bajo y alto riesgo. Existen muchos tipos que solo llegan a afectar la piel y las mucosas, que pueden sanarse dentro de un corto período de tiempo. Sin embargo, existen otros virus de alto riesgo, que implican células pre-cancerosas. En estos casos, el tratamiento puede durar desde un par de meses hasta años. No todas estas lesiones pre-cancerosas podrían transformarse en un cáncer de cérvix. De todas maneras, resulta efectivo tratar las lesiones a tiempo y comprometerse a un seguimiento continuo. Las células anormales y cancerosas son tratadas por la medicina convencional a través de un simple procedimiento cauterizante o por congelación (crioterapia).

Al no causar síntomas evidentes, el VPH suele no ser detectado ni tratado de manera oportuna. Sin embargo, existen exámenes específicos, como el PAP, que las mujeres debemos realizarnos de manera frecuente para detectar alguna anomalía. Asimismo, la práctica de auto-revisión periódica con un espéculo nos ayuda a estar atentas a síntomas extraños, como lesiones, manchas o verrugas. De igual manera, existe un método casero de examen preventivo muy eficaz que podemos realizarnos en nuestro hogar. Consiste en la realización de una prueba casera con vinagre aplicada al cérvix.

El VHP es la infección de transmisión sexual más común actualmente. El método más accesible y popular de prevención es el uso del condón, así como los exámenes y revisiones periódicas antes mencionados. La vacuna que está siendo aplicada de manera deliberada a las niñas vírgenes desde los 9 años es una nueva demostración de la falta de ética de los sistemas de salud, debido a que aún no está demostrada su efectividad. Se necesitan largos años de experiencia para ver los resultados. Asimismo, han ocasionado muchos cuestionamientos los variados casos de efectos secundarios producidos en la salud de diferentes niñas, mayoritariamente en los países del tercer mundo, donde se experimenta con vacunas y medicamentos. Sigue leyendo

Calendario «Serpiente Lunar 2015»

calendario_promo01

Calendario Serpiente Lunar 2015: «Diosas tutelares»

En esta versión rescatamos el mundo mitológico de las Diosas. Con esto pretendemos contribuir al movimiento del “Despertar de las Diosas”, abriendo el conocimiento de su culto y veneración. La manifestación de las Diosas ha estado ligado desde tiempos inmemoriales al culto a la Madre Tierra, a la fertilidad, a los ciclos, a la naturaleza, al cosmos, a la intuición y sabiduría. En variadas culturas existió un culto a una Diosa diferente, y se veneró y sigue venerando según sus diversas facetas. De esta manera encontramos que hay diosas que representan los diferentes ciclos de la vida de una mujer: doncella, mujer y anciana. Cada una con un don y poderes diversos. Niñas salvajes, protectoras de los bosques y animales; madres fértiles guardianas de la vida; mujeres sabias y creadoras, así como sanadoras, brujas y hechiceras. Todas con un potencial fabuloso.

calendario_promo02

Serpiente circular:

El calendario lunar está diseñado de forma circular, inspirado en la representación de la serpiente mordiéndose la cola. Esta es una imagen mitológica que se repite en diversas culturas a través de la historia del universo. Simboliza la naturaleza cíclica de las cosas; refleja el tiempo y la continuidad de la vida, períodos que comienzan y acaban, cosas que nunca desaparecen y que solo cambian de manera infinita. Aquel tiempo que nunca se detiene se representa en nuestro calendario lunar de forma circular (en cada mes), en el cual la poderosa serpiente se come a sí misma.

calendario_promo03

Registra tu ciclo:

Las Mujeres somos seres cíclicas. Nunca somos las mismas, cambiamos como la luna, las mareas, las estaciones, las plantas. Debemos comprender que nos vamos transformando en cada ovulación, en cada gota de sangre ofrendada a la Tierra. La acción de reconocer nuestras fases nos acercará a vivir un ciclo más armonioso y conectado con la gran Madre Tierra, e identificar nuestra sincronía con la Luna. La Serpiente Lunar es solo un paso para ir anotando todo lo que va aconteciendo en tu ciclo y cómo aprovechar aquellas fases en las que vas transitando para moverte, tomar decisiones, proyectarte, etc. De esta manera podremos conectarnos con la fase que estamos transitando y decidir cómo desearíamos disfrutarla. El calendario incluye una introducción ilustrada para guiarte a registrar tu ciclo.

calendario_promo10 calendario_promo04

* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * *

CALENDARIO SERPIENTE LUNAR 2015: DIOSAS TUTELARES

es una publicación autogestionada del Proyecto Ginecosofia

Dirección de contenido por Pabla Pérez San Martín

Diseño, diagramación e ilustración de portada por El Cometa Ludo

ARTISTAS PARTICIPANTES:

Leets | Pablo delCielo | Guache | Akvile Magicdust | Aitch | Telly Gacitúa | Espacio Abierto | Nikito | Ocvlta | El Cometa Ludo | Wackala | Tikay

* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * *

Para conseguir el tuyo: ginecologianatural.ventas@gmail.com

Cuidados naturales para después de una perdida gestacional

Shelley penko

Después de una perdida gestacional o aborto, (cualquiera sean las causas de este) es posible ser vulnerable a estados anímicos y emocionales frágiles, debido a la baja hormonal y a las muchas transformaciones que acontecen en el cuerpo que son similares a las del periodo de post-parto.

El útero pierde mucha sangre. Es un periodo que requiere tranquilidad, descanso, contención humana, empatía y buena alimentación para acompañar estas transformaciones.

Debes estar alerta a tu estado físico. Por ejemplo, los signos fuera de riesgo y recurrentes son: dolores o cólicos leves en la parte baja del vientre y sangrado leve (hasta la misma cantidad que una menstruación) durante varios días, semanas o como máximo 40 días.

Signos de advertencia:

-Cólicos fuertes en la parte baja del vientre

-Hinchazón o endurecimiento de la parte baja del vientre

-Sangrado abundante o durante más de 2 semanas, coágulos de sangre muy grandes.

-Mal olor de la vagina.

-Fiebre.

-Pulso rápido, de más de 100 latidos por minuto.

-Náuseas, mareos o sensación de desmayo.

(Si tienes estos síntomas, debes pedir ayuda médica. Puedes estar en presencia de una infección por restos en el útero o una hemorragia que puede desencadenar una anemia).

Para prevenir infecciones y ayudar a reponer tu organismo:

-Toma suficiente líquido y come alimentos nutritivos como frutas frescas (naranja, piña, kiwi, papaya, mango), que tienen vitamina C y por eso ayudan a combatir las infecciones.

-Evita el trabajo pesado (por lo menos una semana).

-Báñate con regularidad pero no te hagas baños vaginales ni te laves sentada en una tina de agua sino hasta varios días después de dejar de sangrar. Solo deja que el agua escurra hacía abajo.

-Usa toallas higiénicas o paños de algodón limpios para absorber la sangre y cámbiatelos con frecuencia.

-Se recomienda no tener relaciones sexuales coitales, como en cuarentena.

Algunos consejos prácticos:

Avena: te ayudará a reforzar tu sistema nervioso y será de gran ayuda en los desajustes que pueden acontecer; tiene propiedades antidepresivas, ayuda a combatir el estrés y además alivia la fatiga. Por la gran cantidad de hierro, magnesio y zinc que posee, también te ayudará a recuperarte después de la gran pérdida de sangre. Intenta llevar una dieta lo más equilibrada posible para así poder conseguir un gran aporte de vitaminas.

Añade a tus sopas y ensaladas germen de trigo, ortiga levadura de cerveza. Te ayudarán a regular tu sistema hormonal, además de evitar y tratar la anemia.

Ajo: deberás comerlo crudo en la ensalada, pelado y comido al instante, para que no pierda, al cocinarlo, su efecto antibiótico. Si te parece demasiado fuerte, ponlo a macerar con vinagre y agua. El ajo puede ayudar a prevenir posibles infecciones.

Hoja de frambueso: para reparar el útero y tonificarlo. Prepara una infusión de una cucharada de hojas secas por una taza de agua y bebe tres tazas al día durante dos semanas.

Para los calambres y dolores puedes tomar infusiones de jengibre, ajenjo, amapola, bardana, manzanilla, paico, quintral, ruda, tilo, yerba mora, entre otras. Para los cólicos, el orégano es muy efectivo.

Para calmar los nervios: alhelí, boldo, lechuga, lavanda, valeriana, melisa, tilo y manzanilla.

Hemorragias uterinas: encina, mastuerzo, nabos, nogal, pangue, hierba del platero, además de bolsa de pastor (Capsella bursapastoris), que tiene efecto ergotamínico.

Recomendaciones alimentarias:

Mantén una dieta liviana, libre de azúcar refinada, cigarrillo y alcohol. Consume preferentemente cereales integrales, verduras de color verde oscuro, frutas variadas y comidas a la plancha.

Evita los siguientes alimentos: café, bebidas excitantes y gaseosas, alimentos muy condimentados y especiados como la canela, el chocolate, el té común (Tea sinensis) y el mate (Illex paraguariensis).

Pabla Pérez San Martín

ilustración: Shelley penko

GINECOLOGÍA NATURAL: MUCHO MÁS QUE UN MANUAL

IMG_3864

Pabla, antes que nada queremos preguntarte por el término “Ginecología Natural”. ¿A qué nos referimos exactamente con él? ¿Cuáles son los principios de esta visión de la ginecología y la femineidad?

Creo que el concepto por sí solo dice muchas cosas. A mí me gustaría aclararlo desde mi trabajo, porque tiende a creerse por un lado que el movimiento de la “Ginecología Natural” es una promoción de salud que trae “soluciones verdes” dentro de las mismas prácticas de la “ginecología convencional”. Parece que viniera a ofrecer soluciones “ecológicas”, como si se tratara de una especialidad médica, en la que las mujeres seguirían con el cómodo habito de entregar la responsabilidad de su salud a especialistas por desconocer sus procesos de salud/enfermedad a gran escala.

Al mismo tiempo, se cree que el movimiento de la GN impone la práctica del autodiagnóstico y la automedicación, al proponer prescindir del amparo de especialistas, incluso para casos delicados. Sin embargo, la motivación base del proyecto es que las mujeres se conozcan a sí mismas o, por lo menos, que comprendan sus propios procesos, que reconozcan el cambio que generan sus hormonas periódicamente, que sepan fluir con sus “malestares” menstruales, que sepan resolver un tratamiento de cándida o un herpes. En definitiva, que sepan resolver asuntos esenciales sin atormentarse la existencia colmándose de medicamentos.

La GN pretende ser un movimiento de salud, en el que las mujeres mismas sean las especialistas de su propia salud sexual. No obstante, sabemos que este empoderamiento conlleva un periodo de tiempo más o menos largo en que se desarrollarán transformaciones intensas a partir de la experimentación con sus cuerpos y en el que deberán estar acompañadas por especialistas de salud. Cuando de tratamientos delicados se trata, incluso cambiarse de anticoncepción hormonal a anticoncepción natural, habrá que informarse y asesorarse para no sufrir riesgos. Lo mismo cuando se desee realizarse una eliminación de quistes, por ejemplo, a partir de tratamientos naturales. Se deberán realizar estudios al comenzar para tener un diagnóstico certero y, al finalizar el tratamiento, nuevamente deberán realizarse exámenes para saber si este dio resultados positivos. Lo mismo con muchas dolencias, incluidas todas las ETS: es necesario tener un diagnóstico y conocer tanto las soluciones de la medicina convencional, como de las alternativas naturales. Una vez que se tenga la información suficiente, cada mujer podrá elegir el tratamiento que más le acomode. La diferencia está en que nos estaremos informando no solo sobre las alternativas disponibles para sanar, si no que efectivamente estaremos reconociendo nuestro cuerpo y salud, para así, en algún momento del proceso, llegar a entender el origen de nuestra dolencia.

La GN pretende ser un movimiento de salud comunitaria en el que las mujeres sean un puente para aconsejar y acompañar los procesos de otras mujeres en base a sus propias experiencias, como antiguamente, cuando las mujeres compartían mucho más tiempo y se transmitían saberes de generación en generación.

Desde la GN se intenta promover que haya un cambio en la visión de mundo para con nuestra sexualidad y con la de las otras personas. Invita a conocer, valorar, cuidar y sobre todo darnos placer a nosotras mismas con el poder que posee el autoconocimiento (tanto físico como espiritual) y la valoración de nuestras peculiaridades. Este es un formato contrario al que nos ofrece el sistema, que estandariza nuestra sexualidad y nos presiona a cumplir un molde de “mujer” que debe pasarse todo su ciclo vital de una manera fija: siempre alegre, siempre joven, siempre sexy, cuando sabemos que somos tan cíclicas como todos los procesos de la naturaleza y de la vida misma.

En cuanto al concepto de “femineidad”, no lo tengo muy claro y por eso no lo desarrollo en mi trabajo. Es un tema que da para mucho, es un concepto demasiado manoseado y desvalorizado; no me siento capaz de promoverlo como parte del movimiento de la GN.

Solo sé que tengo un útero en común con muchas otras que habitamos este planeta… puedo comprender o más bien percibir (sin racionalizar) muchas situaciones que se me presentan en la vida con mis sentires, hormonas y mi sangre… sé que con otras úteras puedo desarrollar un lenguaje en común. Este útero puede vibrar de placer o endurecerse hasta ponerse rígido. Sé que al activar su energía, emitirá vibraciones conmigo y con otros seres que me acompañan, sé que con percibir su existencia como fuente de poder y amor puedo transformar y revolucionar muchos aspectos del mundo…  Sigue leyendo

La menstruación me sube la libido

Bajo el discurso oficial, en nuestra cultura menstruar se supone como algo desagradable y un tanto repulsivo. Aun más si pensamos en tener relaciones sexuales durante la menstruación (un tabú total). Incluso entre mujeres, pocas palabras soltamos cuando de esto se trata.

Para algunas, tener sexo durante la menstruación es una opción altamente placentera y para otras todo lo contrario. Lo que define mucho este hecho es la carga moral que se impone al acto de menstruar asumido como un periodo de enfermedad, dolor e inapetencia sexual.

Aunque no podemos separar la cultura de nuestra historia, somos nosotras las protagonistas del asunto. Será el modo de sentir/convivir con nuestra menstruación el que definirá nuestras percepciones para invocar placer en esos días.

10698643_10152411190451156_19170301719492589_n

Si bien la menstruación es un periodo donde nuestro cuerpo necesita descanso, introspección, meditación y pausas para fluir con el ritmo cotidiano, esto no quita que podamos disfrutar de ella y de nuestra sexualidad. Escuchar/sentir nuestro propio ritmo y fluir acorde a eso es la clave para disfrutar de un periodo placentero.

Todas sabemos que es posible tener sexo y que se puede disfrutar cuando se elige hacerlo, sobre todo cuando nos sacamos las durezas de la cultura patriarcal que tanto amordazan nuestra sexualidad.

Alrededor de esto giran muchas historietas, mitos y relatos de morbosos. Sin embargo, es solo un asunto de creencias y de mucho tabú. Debido a que no existe ninguna contraindicación para hacerlo, incluso desde la medicina, es solo decisión de cada una y de la pareja.

He asistido a círculos de mujeres en los que se recomienda y también enjuicia el hecho de tener relaciones sexuales mientras sangramos. Esto me ha provocado sentirme enormemente sucia o culpable de algo que para mí es una práctica común… La explicación de las chicas es que en “aquellos días” debemos guardarnos y dejar que la sangre corra hacia abajo y que con su fluir nos limpie y purifique.

Me agrada eso de alejarme, entrar en mi cuevita, disfrutar entre mujeres, hacer mis rituales de purificación y conexión con la gran Madre… mi cuerpo se hace templo, lo cuido y atiendo… pero este discurso me agrada aun más cuando se da la libertad de hacerlo a nuestra peculiar manera, siendo realmente fiel a nuestros deseos y no acatando los mandatos de una moral impuesta, de una pareja, de un especialista, etcétera.

En mi experiencia, los orgasmos me ayudan mucho a distender mis cólicos menstruales, alivian mi congestión en los pechos y me mantienen de muy buen ánimo. Sentir el cuerpo, conocerlo y agasajarse de autoplacer es una buenísima práctica para estos días. No es necesario tener sexo con otrx, pero si lo deseamos y esto incluye penetración, solo debemos buscar posiciones cómodas para no topar con nuestro cérvix, que suele estar más abajo que de costumbre y por ende más sensible, sobre todos los dos primeros días.

Aun teniendo una pareja estable, protegerse en todos los casos siempre es bueno y con el uso del condón podemos evitar contraer enfermedades de transmisión sexual e infecciones pélvicas por la mezcla de fluidos.

Ser una con el ciclo menstrual me ha entregado herramientas con las cuales he aprendido que mis energías sexuales y libido aumentan a niveles llameantes durante esos días.

Comienzo el primer día con mucho descanso y recogimiento. Me guardo y me regalo tranquilidad absoluta, lo que calza justo con la luna llena. Mi cerebro apacigua su racionalidad y se conecta con la totalidad que habito. Pasando estas primeras 24 horas, mis energías permanecen aún paulatinas, pero sucede algo curioso: siempre tengo sueños intensos y eróticos… durante el día suelen rondar fantasías sexuales en mis pensamientos. Esto pasa durante todos los días restantes de mi menstruación, disparándose un periodo de libido poderosa.

Esta energía no siempre se sacia con masturbación o sexo; muchas veces no es lo que necesito y otras veces es lo único que me completa.

Este periodo llameante satisface muchos otros aspectos de mi ser, haciéndome sentir más plena, creativa, saludable y, sobre todo, confiada, aclarándose aquella renovación que ejerce el menstruar y marcando la pauta para el comienzo de un nuevo ciclo.

Sin embargo, la decisión de darse o recibir compañía sexual, es solamente nuestra, más allá de asuntos machistas, mitológicos o médicos.

El día punk de mi ciclo menstrual

Estoy menstruando exactamente en luna llena. La semana anterior estoy crecientemente premenstrual: en esos días vibro con energías intensas, con ganas de hacerlo todo y con ganas de no estar con nadie. La verdad es que fluyo premenstrualmente tranquila. Nunca es tan terrible como el mundo supone, pero me sucede algo extraño… mi último día premesntrual, al cual llamo “dia cero”, el dia antes de mi primer dia de menstruación, es un día donde toda mi premenstrualidad pareciera condensarse y potenciarse.

He llegado a reconocer que en el “día cero” mi energía está de lo peor, mi cambio de humor es evidente (muy frágil y mega irritable). Todo empeora cuando vivo ese día atareada (porque nada resulta, nada tiene sentido de concretarse). Si algo decae, si algo falla, todo se agrava y me pongo ¡radicalmente punk!

Diosa Kali

Diosa Kali

Recuerdo hace diez años esta misma sensación (sin tener conciencia de mi ciclo menstrual)… confesarle a mi primer novio, a los 17 años, que había un día en el mes en el que me ponía iracunda y lloraba confundida… pero que no se preocupara por mí, que se me pasaba sola. Él se quedó con un signo de interrogación en la cara que aún no se me olvida.

Ayer fue un dia de esos. Mis hormonas (estrógenos y progesteronas) habían tenido su baja correspondiente, estaban transitando al límite. Mi ciclo se despedía para iniciar uno nuevo. Me sentía susceptible y cólerica, en un día en el que ni mi cuerpo ni mis emociones me acompañaban para llenarme de trabajos y funciones para otros. Un día en el que, si no descanso, nunca falta pelearme con una idea o creer en el inmediato fin del mundo y llorar a mares.

Ayer tuve que viajar a la capital de mi país (una gran metrópoli para mi porque nací, crecí y sigo viviendo en un provincia rural). Las reuniones por las que viajé salieron todas lindas, los encuentros fueron maravillosos y acertados… Cuando cerré el broche para almorzar con un amigo, le comenté que me sentía extraña, como peleada con el mundo, que me sentía como una “poeta maldita” y él me dijo “Y, ¡punk! Pero así te ves bien…”. Me quedé pensando en eso, sin detenerme a solidarizar con mi día cero y con la luna llena que me tenía sacando chispas.

Todo se fue al vacío. Cuando tomé rumbo de regreso a mi casa, las cosas fueron saliendo progresivamente mal… tuve que lidiar con el gran metro de la capital, empujones, gritos, mala vibra, toda la gente como zombie, con cara de tristeza… Me banqué viajar apretada como una sardina más de una hora (y yo con mis hormonas punkys vibrando, mientras tarareaba una canción de La Polla Records).

Cuando llegué al terminal de buses, la vendedora de pasajes me vendió un pasaje de bus que ya se había ido; los pasajes ya estaban absurdamente caros (por vacaciones); me estafó la vil señora y no me devolvió nada de dinero. Tuve que bancarme una pelea que no me sirvió de nada y tuve que volver a hacer una larga fila para comprar otro pasaje y esperar una hora congelada un nuevo bus. Era un día de lluvia y de frío. Definitivamente, un día para dormírselo entero, pero era día lunes, día de compromisos…

Mi útero estaba ya en modo (cálmate o vas a explotar) “aquí pronto correrá sangre”… mi energia se iba a pique. Yo apenas sostenía mis pies, estaba mojada por la lluvia y muerta de frío… enojada más que nunca. Fue ahí cuando Kali se apoderó de mi. Sentí ganas de ponerme a escuchar a Dead Kennedys (que no los escucho hace años) mientras me reprimía el deseo de regresar a gritarle a la señora que me devolviera mi dinero… Luego me nacieron ganas de apedrear a los policías, de cazar al Rey de España como a un elefante (obvio, el primero de la lista). Por primera vez me sentí como la incomprendida Valerie Solanas, disparándole a Andy Warhol.

Por suerte, el infierno duró poco y logré salir de ese lugar. Todo tuvo su final feliz.
Pude subirme al bus, llorar un poco más, secarme las lágrimas, dormir dos horas, reflexionar un poco y descansar.

Me cuesta entender que ese día, más que cualquier otro, necesito no comprometerme con nada ni con nadie, estar en modo oruga, cerrada, no expuesta, no trabajar, ni hablar en público, no dar entrevistas, no escribir nada ni ayudar a nadie más que a mí misma para no volverme depresiva por un día y llegar a ser hiriente con alguien. Hace tiempo vengo analizando este día. En sociología aprendí a estudiar a las personas… pero dejé de hacer eso para estudiarme a mí. Soy mi propio objeto de estudio, desde entonces. Si tengo que transformar algo para mejor en este mundo, eso seré yo misma.

Ya voy aceptando que la Diosa Kali se apodere de mí, pero sé también que me quedan entre 27 y 30 días más donde también soy una mujer tranquila, sabía, bruja, partera, compañera, niña, madre… pero, sí, un día soy odiosamente punk.

No sé qué dirán las expertas en el tema. Yo solo hablo de mí y con esto no quiero estandarizar a nadie. He aprendido que cada una vive su ciclo de manera muy diferente. Yo vivo todo mi ciclo súper conectada, y en equilibrio, pero asumo que aplicar modo “Momentos óptimos de la mujer” de Miranda Grey, en mi vida de manera parcial es casi imposible. Pero conscientemente hago lo que puedo. Tampoco desearía aplicar una especie de administración de empresa a mi útero y emociones. Dejo que mi ciclo fluya con lo que mi corazón pueda sostener.

Estoy aprendiendo a convivir con mi “día cero”, en el que la o-diosa Kali habita en mí. Estoy aprendiendo a no negarlo, a no decir que sí a todo, disfrazándome de mujer plena un día en que solo quiero decir que no a todo. Estoy aprendiendo a canalizar toda esta bronca en energía positiva que se traduzca en creatividad poderosa. Esto ocurre fácilmente cuando me la paso tranquila.

Estoy aprendiendo a cuidarme durante ese día para no herir a la gente que quiero y que me ama. A esa gente, prefiero cuidarla de mí y dejar que la furia pase a otro lugar, pero tampoco reprimirla. Aprender y agradecer que se me va a pasar en un rato y que la vida siempre vuelve a su forma circular.

Pabla Pérez San Martín

El nacimiento del tiempo

Cuando se puso de cuclillas para orinar, una serpiente se apresuró donde la mujer, sin que ella la viera; cuando estaba lo suficientemente cerca, con su lengua de dos puntas, besó despacito su vagina para que ella no se asustara, pero se asustó y aunque la mujer hubiera querido saltar elevando su cuerpo del suelo, se quedó inmóvil; había escuchado decir que las serpientes son muy nerviosas y que si las asustas te muerden.

Inmóviles, serpiente y mujer, se miraron; la mujer sonrió al sentir todavía la lengua en su vagina.

– Me haces cosquillas, le dijo, y a mí me gusta reír.

La serpiente movió más rápido su lengua y la mujer reía a carcajadas.

– Sabes a naranjilla y a lodo, dijo la serpeinte, y a mí me encanta el lodo y no sabía que me gustaba tanto la naranjilla.

Su lengua nunca le había resultado tan corta, así que caminó hacia adentro.

– Siento que me orino por dentro, murmuró la mujer.

– Acá todo se está llenando de agua, gritó desde adentro la serpiente, si entro totalmente podré nadar.

La serpiente entró, nadó y creció; creció tanto en la barriga de la mujer, dicen, que se fue haciendo churo y que hasta se mordió su propia cola…

Art: 'Ouroboros' Kathryn Brimblecmbe-Fox

Art: ‘Ouroboros’ Kathryn Brimblecmbe-Fox

 

Este extracto pertenece a un hermoso libro que estoy leyendo, llamado «Puntos de partida, relatos de tradición» de Andrea Moreno Wray. Trabajo que recoge relatos de 30 mujeres Parteras Tradicionales de Ecuador.

 

¡Encuesta!

Mis queridas lectoras, estoy realizando una pequeña encuesta, que me ayudará a cerrar uno de mis nuevos capítulos, para la tercera edición del libro“Manual Introductorio a la Ginecología Natural”.

No importa, el país, ni la edad.

Si ponen la opción OTRAS, escríbanme un mensaje privado (abajo de la publicación) para contarme de que se trata.

 ¡Gracias!

 

 

Mawu y la maternidad contenida.

mawu

Quiero agradecer a todas las mujeres que me escribieron esta semana por el artículo “La maternidad: del dolor al placer”. Gracias a ustedes se generó un debate súper interesante en el cual pude verme a mí misma, con todas mis oscuridades y angustias, y asimismo verlas a todas ustedes, como espejo; pude contemplar el gran trabajo que tenemos por delante para sentirnos conformes y felices maternando, a pesar de todas las desventuras sociales.

Ante esto, una de las adversidades más frecuentes que me estremece hasta los huesos, es ver la soledad en la cual se encuentran muchas mujeres maternando a sus crías… (todo un rollo por analizar). Y mientras mi cabeza se cuestionaba toda esta problemática se me apareció esta hermosa imagen que me hizo mucho sentido… Mi primera impresión fue la de ver el universo en equilibrio, ¡emanando fuerza! La naturaleza cíclica de la vida/muerte acompañada por la representacion de la serpiente.

Mawu es la diosa africana de la creación. Se ve ilustrada en esta carta del Tarot Daughters of the Moon (Hijas de la Luna) pariendo, creando vida; se puede ver que lo hace con placer y fuerza. Ella no demuestra miedos: al contrario, se ve confiada y segura, mientras su sonrisa ilumina su cara.

Pero lo que me parece más bello es que está siendo contenida por la naturaleza. El elefante sobre el que está sentada representa esta fuerza, esta contención de la Madre Tierra y la unión de todo, emanando equilibrio. Es por esto que ella se siente poderosa, pariendo arriba de un elefante.

Percibo que esta contención nos hace falta a muchas mujeres, el apoyo necesario: Manos, sonrisas, cariños, consejos lindos.

¿Dónde están nuestros elefantes?

Si no los tenemos cerca, en nuestro círculo íntimo (familia o amigos), debemos salir en busca de ellos. No es justo, ni para la madre, ni para el/la niña, aislarse por la falta de apoyo. Como dice un sabio proverbio africano: “Se necesita un pueblo entero para criar a un/a niño/a”.

Podemos ir armando nuestra red de contención; es cosa de tejer la urdimbre, convocar encuentros con otras mujeres madres.

Esto yo lo trabajo con mujeres, pero aún así reconozco que a veces la vida laboral me consume y acabo no teniendo tiempo… pero es importante hacerse ese tiempo, buscar los espacios, las manos, las caricias, la contención entre quienes andamos por el mismo camino.

Las invito a que armen sus círculos, a que se brinden estos momentos para ustedes, como ejercicio de maternaje, como terapia de heridas, como técnicas de distensión que sirvan de abono para que muchas cosas buenas vayan aflorando…

 Pabla Pérez San Martín